martes, 26 de julio de 2011

Sin saber como ni cuando algo te eriza la piel.

El verano. Las playas andaluzas. Gente nueva. Ganas de ser feliz.
Esos son los ingredientes básicos para disfrutar al máximo de una semana de libertad. 

Porque por mucho que creamos querer algo, 
es de sabios saber retirarse cuando la partida está perdida. 
Y, a veces, incluso nos sorprendemos de lo rápido y lo fácil que puede ser recuperarse. 
Nunca sabes quien encontrarás a la vuelta de la esquina dispuesto a hacerte reír e intentar ser feliz a contrarreloj, sin preocupaciones, sin drama.


Abrazos que incendian la aurora en las playas del sur.

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