lunes, 26 de diciembre de 2011

Le quiero por ser libre y le odio por no saber compartir esa libertad conmigo.

¿Cómo sabes cuándo tus ganas y tu cariño son correspondidos? ¿De qué manera podemos estar seguros de que somos deseados? No sé si estas dudas me asaltan sólo a mí o todos nos las planteamos en algún momento.

¿Es necesario que te digan “te quiero” 35 veces al día para que sea cierto? 
No sólo para que te quieran; para que te quieran bien, como debe ser. 
Para que ese amor no sea de usar y tirar, sino de los que duran.

Puede que para algunas personas querer sea simplemente estar ahí, cada mañana al despertar. Que con eso crean demostrar su amor. 
Y puede que en cierto modo sea suficiente. 
Querer despertarse al lado de una persona todos los días puede ser en sí mismo la mayor prueba que hay.

Sin embargo, yo sí sé cuando quiero y cuando me enamoro, lo tengo claro. 
Yo quiero a alguien cuando odio y deseo a partes iguales. Cuando no controlo mis emociones. Cuando me siento viva.  No sólo viva, cuando soy feliz. 
Y puede que sea eso lo que me aterra tanto. El saber que esa felicidad no depende enteramente de mí. Que le he cedido el control de mi vida a alguien. Y que en cualquier momento, se puede desvanecer.

Sin embargo, a pesar de todo ese miedo, sigo adelante.
Porque me encanta verle a mi lado con los primeros rayos del sol. 
Ahí tumbado, abrazándome, como si el mundo hubiera parado de girar. 
Y me encanta su forma de acariciar mi cara cuando me enfado. Y que me cante en la cama. 
Y su forma de tocar la guitarra, no para lucirse, para sí mismo. 
Me encanta que consiga hacerme sonreír con la más mínima estupidez, y que imite mi voz cuando me convierto en una niña caprichosa y que no me consienta.

Pero también le odio. Le odio por no tenerme en cuenta a veces. 
Por no decirme lo mucho que le importo. Por no darme más sorpresas y por no tener tantos detalles como quisiera. Por no ser él todas las veces que lo deseo al sonar mi teléfono. 
Por tener dudas.

Y sin embargo, todo eso no parece nada comparado con las ganas que tengo de darle las buenas noches y los buenos días. Y si eso no es querer, ¿qué lo es?  
Y más importante aún, ¿merece la pena seguir intentándolo aunque no creas tenerlas todas contigo?
Yo, de momento, sigo pensando que sí.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Tell me how I should be. Just tell me. I'll do it.



+You gotta be careful with that. You gotta be careful with the person you fall in love is worth it... to you. 
-How do you trust your feelings when they can just disappear like that?
+I think the only way you can find out is to have the feeling. You're a good person. You have the right to say I do trust. I do trust myself. 

domingo, 4 de diciembre de 2011

Macarrones.

Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas.
Porque nadie más lo hará.
Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: 
no estás mínimamente preparado para esto, pero la otra parte dice:
hazla tuya para siempre.


- Recuérdame.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Like this autumn leaves, I have nothing to hold

And I hear him singing while he sits there in his chair,
While this autumn leaves float around everywhere.



jueves, 17 de noviembre de 2011

Escúchame.

Has de tener cuidado. Yo ya aprendí mi lección. A mí ya me tocó sufrir. 
Pero gracias a ello ahora sé diferenciar lo que vale la pena de lo que no. 
Aprendí a disfrutar del momento y saber apreciar lo que no parece importar y es tan grande. 
A querer con los cinco sentidos, y si puedo poner más de mi parte, más aún.

Y ahora yo te lo advierto, te doy mi consejo, que es lo mejor que te puedo dar: ten cuidado. 
No quieres levantarte una mañana y darte cuenta de que entonces, conmigo, fuiste feliz.


martes, 8 de noviembre de 2011

Que no dejas que te quieran, sólo quieres que te abracen

Lo fáciles que parecen las cosas a veces, y lo poco que tardan en complicarse otras muchas. 


¿Quién prefiere quedarse y aguantar?

miércoles, 5 de octubre de 2011

Quédate a dormir. Es todo lo que quiero en esta vida insana.

Vuelta a la rutina. 
Vuelta a las horas haciendo nada en las habitaciones. 
Y a proponernos hacer deporte sin ningún resultado aparente. 
Vuelta a todo ello. O al menos, a casi todo.

Porque como bien dijiste, ya no todo es igual. Y por mi parte, yo sólo espero estar haciéndolo bien esta vez. Sólo espero no cometer los mismos errores.
Sólo espero ser feliz.


No tengo prisa por llegar.
Nunca he cogido un atajo.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Las oportunidades de hoy borran los fracasos del ayer.

Fue bonito, pero fue. Y otros aparecen. Y como bien dicen, si no son iguales, serán mejores.
Así que, olvidemos el pasado y centrémonos en el presente. ¿No querías enamorarte, boba?
Pues quien sabe, quizás esta vez sí.

sábado, 13 de agosto de 2011

Recuerdos.

No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él. 
Sin hacerse daño

Así, mucho mejor... Ahora ya ha pasado.

-Moccia.

lunes, 8 de agosto de 2011

La ley de la atracción.

Una buena amiga me introdujo a esta extraña filosofía hace unos días. Según la misma, la clave es imaginar y visualizar aquello que más queremos o anhelamos y de esta manera, lo atraeremos a nuestra vida.
Sin duda, soy demasiado escéptica como para creerme nada de eso. Sin embargo, no evitó que me preguntara a mí misma que es lo que quiero, que desearía encontrarme en el futuro.

Y me he dado cuenta de algo. Quiero enamorarme. Con todas mis fuerzas.
Pero como siempre que buscas el amor, no llegará. ¿O sí?
Esperemos que la ley de la atracción tenga más de cierto de lo que creo.




martes, 26 de julio de 2011

Sin saber como ni cuando algo te eriza la piel.

El verano. Las playas andaluzas. Gente nueva. Ganas de ser feliz.
Esos son los ingredientes básicos para disfrutar al máximo de una semana de libertad. 

Porque por mucho que creamos querer algo, 
es de sabios saber retirarse cuando la partida está perdida. 
Y, a veces, incluso nos sorprendemos de lo rápido y lo fácil que puede ser recuperarse. 
Nunca sabes quien encontrarás a la vuelta de la esquina dispuesto a hacerte reír e intentar ser feliz a contrarreloj, sin preocupaciones, sin drama.


Abrazos que incendian la aurora en las playas del sur.

miércoles, 6 de julio de 2011

Cambios.

Las transiciones en la vida suelen estar marcadas por eventos importantes: cumpleaños, graduaciones, bodas... 
Pero las mayores transiciones suelen derivar de los pequeños momentos, cuando frenamos en seco y nos enfrentamos a lo que somos, porque cada vez que vemos a todo lo que hemos llegado, también vemos todo lo que nos queda por hacer. 
Para lograr transformarnos completamente, necesitamos liberarnos de aquello a lo que nos aferramospara ir por un nuevo camino, el correcto. 
Pero si al final descubres que la persona en la que te has convertido no es la persona que 
quieres ser, siempre puedes dar la vuelta y volver a intentarlo.




Y a lo mejor en la siguiente ocasión no estarás tan sola cuando todo haya terminado. 

jueves, 16 de junio de 2011

Mi crimen fue vestir de azul al príncipe gris.

Me gusta besar, enamorarme de verdad y cuando pones tanto en esas cosas, lo más normal es que salgas lleno de cicatrices.

Conclusión: Hay caprichos de amor que una dama no debe tener. Y sin duda, enamorarse un poco más de la cuenta era una mala inversión. 
Ahora sé que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver.

Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the Rocks.
Todo empezó con un “hoy bebo a tu salud, mañana Dios dirá”, pero tuvo el antojo de jugar a hacer conmigo una excepción y, primero, nos fuimos a bailar y, en mitad de un: te quiero... me olvidó. 
Siempre estábamos de acuerdo en casi nada, entre su soledad y mis asuntos no había más resquicio que la madrugada. 
Y, aunque sé que no era el más guapo del mundo... juro que era más guapo que cualquiera.


Antes de ti yo ya existía, ¿no lo sabías? yo ya cantaba, mentía, soñaba,¿quién lo diría? antes de ti ya estaba yo.

Resumiendo, sabes donde estoy, resumiendo, si me llamas voy, resumiendo, no me hagas hablar… Anda con cuidado, tengo reservado el derecho de admisión.

No sabía que la primavera duraba un segundo, yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.


Y ahora, ¿tienen pastillas para no soñar?


jueves, 9 de junio de 2011

Viviendo rápido para no pensar.

Siempre había pensado que las cosas deben dejar claro que merecen la pena para que uno se propusiera a conquistarlas con todo su corazón. 
Sin embargo, últimamente he cambiado de idea. Luchar por algo sin saber si nos va a salir bien no es síntoma de idiotez, sino de valentía. 
Y me he propuesto ser más valiente. 
Así que prepárate mundo, porque pienso coger el toro por los cuernos.



Y es que ante tal caramelo, ¿Qué puedo yo hacer?